Cuentos del Chavo. El Lobo y Caperucita Roja. El Chopo sabor vainilla.

(Esta serie esta dedicada a la gordita, será una serie de cuentos alternativos dirigidos a niños modernos)

Caperucita se encontraba guisando unas manzanas en su cabaña en las entrañas del bosque. Había tanto calor en la misma que empezó a sudar y ello la llevo a antojársele un Chopo de vainilla. Mientras se cocían las manzanas salió a la puerta y viendo los alrededores no se percato de la presencia del Lobo.

- ¡Lobo!!! - Grito para ser escuchada por el Lobo que disfrutaba de una siesta arropado por unas ramas de un árbol.

Al darse cuenta Caperucita que el Lobo no respondía al llamado opto por salir al bosque en su búsqueda.

- ¡Lobo!!! ¿Lobito donde te encuentras?-

El Lobo la escucha logrando despertarse. Se molesta ya que había sido interrumpido el sueño que tanto anhelaba ya que la noche anterior se la había pasado buscando algún ejemplar carnívoro el cual nunca encontró, solo pudo saborear con mal agrado los bichos nocturnos que encontró, cucarachos y algunos grillos.

Caperucita lo ve y gustosa ella como siempre le hace notar su antojo.

- Lobito, se me antojo un Chopo. ¿Querrás traérmelo?

El Lobo denotando un poco de indiferencia por su molestia de haber sido despierto le contesta.

- Ha ok, ¿No lo querrás de Vainilla o si?

- Pues me parece bien Lobito, tráeme uno de Vainilla.

El Lobo estaba molesto ya que tenia muchos días que esperaba tener un suculento corte de carne en su mesa pero le era imposible, la única victima posible seria Caperucita.

Mientras se dirige al Pueblo mas cercano que estaba a algunos 1000 metros de la cabaña el Lobo piensa.

-¿Y si el suculento corte de carne que ansío comerme lo hago de Caperucita?

Vio una flor Teresita y se le ocurrió una enorme idea, de extraer su aceite para echárselo al chopo que compraría en el pueblo y así asesinar a Caperucita. A la flor Teresita se le considera por su alto nivel toxico venenosa y esa seria el arma para acabar de una vez por todas las ansias de querer comer carne por parte del Lobo.

El, antes de llegar a la tienda de helados recolecto un sin fin de Florecitas Terecitas mismas que le dio al tendero para que extrajera el aceite. El tendero por su parte las incrusto todas apretadas en un recipiente y tapo no sin antes echarle Gas Azul que extrajo de una de su anaquel, agito vigorosamente y así pudo extraer el aceite de la flor.

Despacho el helado de Vainilla al Lobo, y este por su parte para despistar un poco la situación compro uno de chocolate. En el camino le hecho el veneno al Chopo, denotándosele en el una sonrisa mientras que de su hocicó se le caía la baba de gusto por el mangar que estaba por comerse.

Llegando a la cabaña Caperucita ya lo esperaba en el sendero. De la emoción por que venia el Lobo con su Chopo no se dio cuenta que una víbora que vivía en los alrededores merodeaba en el sendero.

- Lobito llegaste con mi Chopo, que rico- Reboso en alegría Caperucita.

El Lobo le entrego el Chopo de Vainilla a Caperucita y este se quedo con el suyo de chocolate. Apenas le iba a dar la primer probada Caperucita cuando el Lobo histérico salto dando un enorme grito.

- Haaaaa, una víbora!!!!

Caperucita extrañada por la situación se asusta.

-¿Dónde, donde?

Caperucita al ver la víbora le quita el Chopo al Lobo de un manotazo y se lo avienta a la víbora para que se aleje. Este por su parte de la excitación sin pensar acaba con un mordisco con el Chopo de Caperucita y la abraza.

-Ahh Caperucita gracias, gracias me has salvado de nuevo, te lo agradezco.

Caperucita por su parte lo consuela cariñosamente.

-Ya lobo ya, no pasa nada, ya se retiro.

En eso el lobo desfallece, cae rendido ante el veneno del Chopo de Vainilla que era destinado para caperucita.

- Lobo, lobito ¿Que te pasa?

El lobo empieza a sacar de su hocicó baba por lo cual preocupa a Caperucita.

- Lobito que te pasa, Oh dios mío te ha picado la víbora.

Caperucita saca de su bolso un celular y marca al 911. Minutos después yacen los dos arriba de un helicóptero rumbo al hospital mas cercano.

Se bajan del mismo en el techo del hospital y se dirigen a la Sala de Urgencias para un lavado estomacal. No paso a mayores, el Lobo había sobrevivido pero aun estaba en cama.

Mientras tanto en el vestíbulo del Hospital estaba Caperucita leyendo una revista de moda esperando que diera la hora de su cita para ver al Lobo.

Una enfermera llega con el Lobo y le trae la comida de hospital. El reacciona con una sonrisa cayéndosele la baba del hocicó, pero al abrir la charola se encuentra con que es una sopa y una gelatina.

Minutos después estaba el Lobo degustando de la comida cerrando los ojos e imaginándose un torito a la griega.

F I N.

Próximamente. El Lobo contra El Torito de Eloycito.