El Chiva era un guey San Luiseño con finta de veracruzano que decía que era de Guadalajara. Al llegar a la ciudad decía que los regios no valían madre y que no había nada como Guadalajara.
La Chiva trabajaba en una línea de transporte y poco a poco fue ganándose la confianza de la raza organizando tandas, logrando juntar tres a la vez.
Nadie sabia el verdadero yo de la Chiva, la estancia en la ciudad la estaba planeando desde meses atrás junto a todas sus artimañas.
Un día, frente al Delegado del Sindicato de la empresa, La Chiva se hizo el desmayado, la gente corrió hacia el incluyendo el Delegado, al “reanimarlo”, La Chiva soltó en llanto diciendo que le acababan de avisar que su papa había muerto.
Como era costumbre en la empresa según el rango de puesto que tenias te rebajaban x cantidad de lana para un caso de fallecimiento de familiares cercanos. Un decir, a un jefe de taller le rebajaban de su nomina 200 pesos a un mecánico 100 y un gerente 300.
Pues el delegado hizo su trabajo y le taloneo la lana de ley a La Chiva. Pos su parte La Chiva convenció a la raza con su sufrimiento que le adelantaran su turno en las 3 Tandas. El guey se fue a su “tierra natal” Guadalajara según el y todos los compañeros de trabajo así pensaron.
Ya entrada la noche La Chiva fue a casa de Carlos, un compañero de trabajo. Le explico que había valido madre el pedo ya que había matado a su rentero por la discusión del pago de la renta. Le pidió su apoyo y el Carlos no tenia lana. Ya en la madrugada la mama del Carlos escucho la conversación y le presto a su hijo 1500 pesos, la Señora aun sabiendo que estaban ayudando a un prófugo. Como “no tenia” nada de lana y feria para el taxi siendo ya muy tarde le dieron 100 pesos para el mismo.
La Chiva días después le hablo al Carlos medio asustado pidiéndole mas lana ya que la policía lo había atorado. Le dio una cuenta de FAMSA y el Carlos le deposito.
Pasaron las semanas y el Carlos le hablo a la Chiva para reclamar su lana y este le dio un número de cuenta de FAMSA para que recogiera la feria en la sucursal. El Carlos se dirigió a la tienda y ahí le mencionaron que la cuenta no existía.
Nunca mas se le volvió a ver a La Chiva, tampoco se supo si era de San Luis, Veracruz o Guadalajara.
14 de febrero de 2009
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