Capitulo 1. Lucia y Roberto.
Roberto era un teniente destacamentado en la XI región militar de México, la cual cubría la región de Chihuahua. Originario de monterrey huyo por así decirlo de su zona militar por un amor, Lucia.
Lucia, una hermosa mujer blanca, delgada, bonita y con un fuerte temperamento era abogada, se enamoro de Roberto en una diligencia que tenía en la séptima zona militar perteneciente a la IV región. Roberto fungía como cabo primero cuando cuando la conoció.
Los deberes de Lucia eran dignos de su personalidad, hermosa, elegante, audaz y convincente. Pertenecía a una división de inteligencia del ejército y fungía como espía del gobierno estatal de Nuevo León, estado al norte de México.
Lucia tenía tres vidas, la pública, la privada y la de espía. En los despachos en la oficina de Gobernación del estado fungía como asesora de seguridad. Dentro del medio se desenvolvía de manera tal que era el enlace entre lo que se suponía debería de ser la política del Gobernador y sus contactos con el crimen organizado. El ejército estaba al tanto de los pormenores de la red de corrupción dentro del gobierno.
Era una línea muy delgada para cortar. El ejército estaba siendo ya penetrado por el crimen organizado y el único departamento seguro era el de Inteligencia, donde trabajaba Roberto como mero interprete del náhuatl.
Era un trabajo sencillo para Roberto, pero dependía de los análisis de la información que le llegaba de Michoacán y Chiapas para descifrar su trabajo. En si era un enlace de descifrado de las región XII, perteneciente al estado de Guanajuato, Michoacán y Querétaro. Dentro de las filas y procedimientos del crimen organizado, era reclutar a campesinos que hablaran el náhuatl y establecer para evitar descubrir los plantíos y rutas el lenguaje en náhuatl cifrado. La amplia tecnología para el crimen organizado no bastaba y los mensajes de comunicación entre sus células se daban aparte del cifrado, en ese lenguaje nativo.
Para Roberto era sencillo el trabajo que realizaba. No había muchas responsabilidades, era un mero pasante de información. Pero aun así se sentía orgulloso de pertenecer a la oficina de Inteligencia, no cualquiera llegaba estar ahí, salvo por una serie de pruebas de confianza exhaustivas.
En los pasillos de la oficina, con su aire penetrante de sensualidad y calidez maternal, no basto más para que sedujera a Roberto. No era el objetivo de ella. Solo se dio como cualquier otro amor se da, así de simple, sin más, con la pura vista. Ella era demasiado para cualquier en el departamento, su belleza e inteligencia iban de la mano en los lineamientos de la reclusión para el trabajo en especifico que haría, la cual era ligar a prominentes hombres de negocios y ejecutivos de gobierno y hacerlos hablar de lo más recóndito de sus pensamientos.
Pocos sabían de la labor de Lucia, solo el Coronel Robles, jefe del departamento. En el Gobierno, no era más que una inteligente y hermosa mujer al servicio del estado. Asesora de seguridad, asistía y se codeaba con las secretarias de seguridad de los municipios, además de los proyectos conjuntos federales y estatales. Su asistencia a la séptima zona militar era para los civiles de mera rutina ya que su labor lo ameritaba.
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