Supe de un guey. Emeterio y el Gato.

Emeterio era un guey que era un mecánico caquino. El guey era controlado por su vieja en el sentido de la salubridad de la casa, era regañado por la misma y no le servía de comer hasta que no se bañase por lo sucio que llegaba resultado de su jale de mecánico.

Eso le emputaba a Emeterio, que le ordenaran ser limpio cuando toda la casa estaba llena de pelos de gato. Pelos del Gato de su esposa el cual adoraba ella sin cesar. Ello le emputaba a Emeterio ya que se le prestaba mas atención al gato que a el mismo, situación que provocaba que se quejase con sus compañeros de trabajo las situaciones vividas en su casa.

Un día emputado ya que su vieja no le quiso echar lonche, sordeado subió al gato a su camioneta y condujo a su trabajo. En el trayecto el gato se desespero y empezo a saltar dentro de la cabina de la camioneta, como que presintiendo lo que le esperaba, el abandono total. Y así era, Emeterio planeaba tirarlo camino a su trabajo, le abrió la puerta de la camioneta y el gato salió corriendo.

Al siguiente día Emeterio tenia mucho sueño en el trabajo y notándosele un compañero de el le pregunto del por que de la situación a lo que respondió…

“Lo que pasa es que mi vieja me obligo a buscar al pinche gato hasta las dos de la mañana por toda la pinche colonia… (Es que el nomas conocía la casa) me decía la vieja mientras lo buscábamos”

La realidad era que el gato yacía a muchos kilómetros de distancia de esa colonia.