El Puños. “Déjalo que se salga para que estire las piernas”

Ya ha habido tantas historias por contar del puños que le he abierto su propia sección.

La frase del titulo de este post viene originada de la historia del Tyson. Pero lo que no sabían es que la historia de la frase ya es añeja.

Todo se remonta a un perro del cual se desconoce el nombre pero que era de la raza Galgo. El perro obviamente también era del Puños. Era un perro muy inquieto y siempre tuvo la noción de salir a la calle pero como era muy inquieto nunca lo dejaban.

El Puños siempre quiso que agarrara calle, “para que estirara las piernas”. Como no podía ya que era un perro inquieto un vecino de el lo aconsejo que le echara manteca de puerco en las patas para que no se fuera. Un remedio casero que en mi vida había escuchado.

En fin, el Puños le hizo caso a su vecino, le hecho manteca de puerco a las patas del perro y al abrir la puerta de su casa nomas vio la silueta del perro a lo lejos cuando se hecho a correr sin rumbo.

El perro nunca regreso.