Me refiero al primer número de Letra y Trazo, Colección de Literatura Gráfica (Fondo Editorial Nuevo León, 2009), que confirma la calidad de autores, adaptadores, moneros y escritores, casi como para dejar al lector la última palabra, o la imagen, para el disfrute de cuanto se lee y ve.
La obra cuenta con adaptaciones de Carlos García Campillo (dedicado al cómic con Lugo, además de su carrera como director en cortometrajes como Un chorrito de sangre) e ilustraciones de Óscar Carreño (con publicaciones en MILENIO Monterrey y en Alfaguara Infantil).
Cuento a cuento se muestra un arte más emparentado con la historieta, diferente del segundo volumen, en el cual había una interpretación de las imágenes, tal vez aquí por la carrera de los mencionados en el mundo del cómic.
Con David Toscana se plasma el buen trazo de Carreño en “El nuevo”, atmósfera en que se capta la preocupación y desdicha de un ingeniero que deberá afrontar los embates de la nueva generación, baraja en mano, cortesía de su esposa. Antonio Ramos Revillas con “En la bahía de Auckland” sigue al primero en cuanto a los motivos de la suerte, aunque ésta cumpla casi una función celestial, cuestión sólo de admirar las ilustraciones.
Ambas viñetas dibujan-desdibujan a los protagonistas, quienes sólo reclaman una mejor suerte de la que les ha tocado vivir.
Con Patricia Laurent y “Las vacaciones de Furgano” hay un vuelco más emparentado con los cuadros abstractos, en donde adaptador y monero hicieron lo posible por darle claridad a una trama de ángeles y mitos. Un final infeliz es el consabido efecto de los retoques más hilarantes en los diálogos que parten de Laurent.
Así, o más introspectiva no puede ser la historieta de Joaquín Hurtado, “Crónica sero”, en que la sorpresa es apenas el delirio de la trama configurada (o figurada para este caso).
Sabemos que el autor regio hurga en la enfermedad como recurso estilístico y en sus frases bien delineadas, muchas de ellas preámbulos para bordear el abismo. Una historieta cargada de los efectos del padecimiento, pero también en un ejercicio estético en que lo sórdido es un elemento vital.
Cuento a cuento, trazo a trazo, se espera que se de a luz el tercer volumen, y que el concepto siga redituando más en el poder de la mirada de autores, moneros y sobre todo lectores.
La nota fue sacada de Milenio
Desconozco quien es Israel Morales, pero a cómo interpreta ese comic que define como Colección de Literatura Grafica, lo hace de tal manera tan engrandecedora como si de una película de arte fuese a presentarse en Cannes y ante la elite cultural de Francia. Bien por el que tan magnificas palabras usa.
Como lo dije, desconozco quien es Israel Morales pero ha como escribe creo que debería de dedicarse a la literatura al 100% y hacer una novela grafica de contenido y pasársela a que la dibujen esos morros. Sirve que de una vez ya tendrá razón de ser la convención de comic local.
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